El sábado pasado en el colegio público de Quijorna, concejo con alcaldesa del PP, fue ocupado por un mercadillo de símbolos franquistas y fascistas, con el lema Primeras Jornadas de Exposición Militaria y Cultura de la Defensa. Los visitantes podían apreciar, retratos de José Antonio, tazas con motivos nazis, banderas de toda índole, correajes y culto al Caudillo.
Después del disparate llegó el momento de la comedia. Preguntada a la alcaldesa respondió:"Cuando visité la exposición no me di cuenta de que hubiera banderas predemocráticas o cruces gamadas". Puesto que estaban bien a la vista, cabe la posibilidad de que la alcaldesa recorriera el mercado de espaldas o mirando al techo. La directora del colegio fue tajante: "No estaba informada". Pero¿no está obligado el responsable de un colegio público a informarse para evitar estos atropellos?.El concejal popular Pérez Maroto huyó por la autovía de la historia: "No puedo opinar decir de Franco si fue bueno o malo". No puedo opinar de algo que no he vivido.
Hay que entenderlo, o no están informados o no entienden la lección de la historia.
El domingo la alcaldesa del pueblo acudió a un acto para recordar a los caídos por Dios y por España y leyó el discurso que llevaba escrito por casualidad. Estas casualidades ocurren, pero esto es España.
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