sábado, 2 de julio de 2016

LA MUERTE DE JOSHUA BROWN

La conducción automática goza de muchos defensores por la seguridad que ofrece combinando ordenador, sensores, cámaras.... Es decir, el conductor no se duerme ni se emborracha. Pero el muerto en Florida, Joshua Brown, que era un pionero en la defensa de estos automóviles y cuyo Tesla se empotró contra un remolque de un camión, ha arrojado dudas sobre una innovación que cambiará la industria del automóvil.
Las contingencias que se pueden dar conduciendo este tipo de coches son impredecibles, reaccionar a lo que no estaba programado, no será fácil de codificar.
En una encuesta sobre que principios hay que incorporar a estos coches, la mayoría contestó que, ante una situación de peligro con víctimas, el coche debe eligir matar al menor número posible de personas aunque muera el conductor ¿ compraría un coche que va a eligir matarte a ti para salvar a extraños? Y otro problema ¿debe tener en cuenta si las presuntas víctimas son ancianos, jóvenes, drogadictos o enfermos?
¿Quién decide los criterios?

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