En esta competición donde la igualdad es máxima, todos los errores se pagan caros. Y si con dos goles a favor en campo contrario y con superioridad numérica desde el minuto 56 te igualan en el marcador es que algo hiciste mal.
Está claro que en fútbol, los futbolistas son los que ganan y pierden los partidos. También es verdad que el entrenador es el que gestiona la forma de jugar del equipo y en este caso las formas no fueron las adecuadas.
Ante todo y sea como fuese, la actuación de ayer en La Rosaleda no empaña la buena trayectoria del equipo. Y como dicen los argentinos, Nafti pensaría " Me fui para cama con bronca".
El partido de ayer es historia. El miércoles nos visita la UD Las Palmas, y esperemos ver al Lugo de los buenos momento y sumar de tres.