Una victoria en 8 partidos; 13 goles encajados, 7 marcados para sumar 5 puntos de 24. Muchas cosas han cambiado desde el inico de temporada para el CD Lugo. La lectura, por sorprendente que parezca, es muy fácil. El fútbol se divide en juego (fase) defensivo/a y juego (fase) ofensivo/a. Y así hay que analizarlo.
En el juego ofensivo la producción rojiblanca se ha reducido a la mitad, de 16 goles en las primeras 8 jornadas se ha pasado a 7 tantos marcados. La proyección de la primera fase de la Liga (más de 100 goles), era difícil de sostener. La efectividad era máxima, la producción ofensiva prolífica y la variedad de recursos, muy amplios. Ahora la efectividad ha disminuido de forma clara, menos de un gol por partido los últimos dos meses. No así la producción del juego de ataque. ¿Cuál es la diferencia?, la efectividad, sin ninguna duda.
El Lugo promedia casi 10 disparos por encuentro. Cuando en las 8 primeras jornadas esos remates valían para marcar dos goles, el promedio de las 8 últimas jornadas es de 0.875 tantos por partido.
Pese a la producción de la banda izquierda (Pedraza 7 asistencias y Manu 5) y a que más de medida docena de jugadores han visto portería, con Joselu a la cabeza, el juego ofensivo del equipo ha bajado, aunque puede decirse que ahora está en niveles casi "normales" ante el registro estratosférico de la primera vuelta de las primeras ocho jornadas.
Pero es en el juego defensivo del cuadro rojiblanco donde radica el bajón de puntos y resultados. En los primeros dos meses el Lugo dejó 4 veces la meta a 0. Y eso que en esos partidos incluyen los desajustes propios del inicio de Liga, de un equipo nuevo y técnico nuevo con el lógico hándicap de la falta de acoplamiento a lo que habría que añadir errores individuales.
Pero en las últimas ocho jornadas, desde el encuentro ante el Mallorca el Lugo encajó 13 goles, casi dos por partido y dejó tan solo 1 vez su meta a 0; frente al Rayo. Regresaron los errores individuales gruesos; penaltis infantiles, perdidas en duelos de uno contra uno, fallos en la salida del balón. Todo ello genera dudas y desconfianza. Dos derrotas consecutivas y 6 goles encajados en los dos últimos partidos. Los rivales, con pocas ocasiones, hacen sangre en el juego defensivo rojiblanco.
¿La situación inicial estaba fuera de lo normal?, es más que posible. ¿La actual refleja todo el potencial de la plantilla?, en absoluto. ¿Tiene el Lugo equipo para disputar la zona noble de la tabla?, puede... que como otros 15.
Lo que si se dejó claro en este blog desde el principio de temporada es que la plantilla estaba mal hecha, desequilibrada. No es cuestión ahora de ser ventajistas, es que ya había sido publicado. Y defino mal hecha y desequilibrada, porque no están dobladas posiciones clave (aunque csi todas lo son), la del lateral izquierdo y la del mediocentro defensivo.
Pero ahondando el al composición de la plantilla, es incongruente que se fichen a futbolistas que tan solo puedan ocupar una posición (Enguene, Yelko), cuando para esa misma demarcarcion/es, ya había futbolistas y se dejen puestos clave sin cubrir.
La pregunta es ¿quién hace el equipo?, ¿el director deportivo?, ¿el técnico? ¿ambos?, ¿hay otros compromisos que atender y por eso llegó algún jugador?.
Lo que si está claro en un campeonato como el de Segunda es que una plantilla equilibrada y homogenea es básica y fundamental para lograr objetivos, en el del Lugo, la permanencia. No está tan lejos en el tiempo que la anterior junta tuvo que fichar a 4 futbolistas en el mercado de invierno para "cerrar" un equipo que tenía lagunas claramente visibles....como las que hay ahora.
Ah. queda la cuestión de los cambios, (de sustitución y de posición), pero esa es historia para otro análisis.
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