El inico de la temporada futbolística es un edén para el CD Lugo. Invictos tras dos meses, en puesto de ascenso directo; maximo goleador de la competición, pichichi individual y un fútbol excelso en algunos partidos como la memorable primera parte ante el Valladolid.
Curioso caso el que opera el fútbol en las personas. El Ángel Carro ha pasado de oir silbidos en la Copa ante el Tenerife a hacer la ola ante el Mallorca.
El cambio operado en el juego del equipo ha sido diáfano. Donde había fallos en el pase ahora hay precisión; donde existían dudas ahora hay confianza; donde había temor ahora impera la certeza.
Todo ello se consigue con perseverancia y echándole horas de trabajo en el Ceao o Ángel Carro por parte de una plantilla y un cuerpo técnico cuyo tesoro más preciado es una idea común, un plan de juego aceptado por todos y llevado hasta sus últimas consecuencias.
Pero lo raro, y lo que más hay que valorar por parte del aficionado, es que el Lugo ha logrado llegar al nivel en el que está en apenas en menos de tres meses. Con técnico nuevo y 10 futbolistas incorporados esta temporada. Ahí es donde verdaderamente reside el secreto. El Lugo está triunfando en menos de 90 días, cuando otros equipos tardan una o varias temporadas en asimilar este tipo de cambios.
¿Qué deparará el futuro?, ese es tema para otro análisis y, con la Segunda de por medio, todavía más. Lo que la afición lucense vive ahora es para disfrutarlo y recordarlo. Lo nunca visto
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