sábado, 8 de agosto de 2015

TELA DE ARAÑA BANCARIA

Antiguamente, el que tenía dinero lo guardaba en casa. Entonces los banqueros nos convencieron para cuidar de nuestro dinero. Antes, las empresas pagaban directamente a sus trabajadores. Los banqueros dijeron, domicilien sus nóminas en nuestras oficinas, nada más seguro. Al propio tiempo nos ofrecieron tarjetas para hacer los pagos. Antes había cobradores de recibos, entonces los banqueros no dijeron, domicilien sus recibos en nuestras oficinas, nada más cómodo ni más práctico, así lo hicimos. Más tarde pusieron unas máquinas que nos daban el dinero, más rápido, más cómodo. Hoy, esos mismos nos cobran por mantener las cuentas que abrimos, las tarjetas que nos ofrecieron, las domiciliaciones que nos brindaron y hasta cuando disponemos de nuestro dinero en los cajeros automáticos nos quieren cobrar por duplicado. Han ido tejiendo una tela de araña en la que estamos atrapados.

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