El guión en el juego fue similar al de muchos encuentros disputados durante el curso. El nuevo inquilino del banquillo dio continuación a la idea de Monteagudo, y el resultado fue el mismo, el que lo está condenando al infierno.
En estos momentos de desesperación solo queda agarrarse a la esperanza. Uno al menos no duda de la profesionalidad de la mayoría de los futbolistas, es de reconocer que en estas circunstancias es muy difícil jugar, todo se vuelve en contra.
La cuestión está más que jodida, pero quedan opciones y de ellos depende el desenlace final.
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