FE EN LA INOCENCIA

Sin duda el momento álgido de la entrevista de Rajoy fue cuando abordó la imputación de la infanta. Rajoy había sido hasta encontes fiel a esa suerte que aplica con los periodistas en irse cosumiendo delante de ellos hasta dejar un charco con un velero de papel. En el terreno de las vaguedades el presidente se siente cómodo al hacer su "si o tal vez".
Pero interrogaddo sobre la infanta relajó posiciones y adoptó de golpe el tono de tertulia. Casi pareció dejar caer una cucharilla en el plato con fingido reproche "eso se va a quedar en nada". Había pedido "no adelantar acontecimientos", pero se puso a hablar del poder judicial para decir que la imputada era inocente.
Y la declaración de Rajoy, que es una declaración de fe, alarga la cobertura real hasta la descendencia. Pero sobre todo confunde el trato. Habla no como presidente de todos los populares-tal y como hace con los imputados de su partido, profetizando su inocencia-sino en calidad de algo desconocido salvo que tenga lazos familiares con los Borbón o esté a punto de afiliar a uno en Génova.