Ortega y Gasset decía que la igualdad se exige tratar de modo diferente lo que es diferente. La igualdad no exige proporcionar a todos los soldados de un regimiento botas del número 42, sino darles las que corresponen al tamaño de sus pies. Que son diferentes.
La infanta Cristina y los ciudadanos comunes también somos diferentes. Si ella hace finalmente el paseíllo por la rampa de los juzgados de Palma acudirán ciudadanos a insultarla, lo que no ocurriría si se tratara de otra persona sin relevancia social.
Así que la infanta debe entrar por otra puerta sin que nadie la moleste. Eso es igualdad
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