La victoria en Almería, hace olvidar la debacle de la jornada anterior ante el Mirandés, refuerza la confianza del grupo y lo más importante, la distancia con la zona roja queda a once puntos.
Una victoria de solvencia y acierto. Un fútbol poco vistoso, pero eficaz. La posesión y el juego de combinación no asegura la victoria. Normalmente siempre gana el que menos errores comete y sobre todo el que domina las áreas. Milla acertó en el planteamiento, líneas juntas, buen posicionamiento, defensa sin fisuras y dominio de las áreas.
Ahora queda la prueba de fuego de volver a ganar en el Ángel Carro. Pensemos que es posible, todos unidos y lo lograremos.
Nuestro equipo logrará retos importantes si sus integrantes y afición confían los unos en los otros.
!Forza Lugo!
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