No pudo ser. El Lugo se fue de vacío de El Alcoraz. Posiblemente por falta de acierto. Poiblemente por el rival que tenía enfrente. Quizás por las decisiones del colegiado. Y sin sacarle méritos al Huesca que demostró que es un buen equipo, está claro que hubo cuatro decisiones arbitrales que adulteraron el resultado. Gol anulado a Bernardo. Penalti señalado al mismo jugador. Posible penalti sobre Campabadal. Tercer gol del Huesca precedido de una falta muy dudosa de Azeez. Quizá esto no sea novedad. Por desgracia el Lugo lleva una mochila cargada de errores arbitrales. Esperemos que de aquí al final de temporada se vaya vaciando y la diferencia entre el debe y el haber sea saldo 0.
La primera parte del choque fue clave. Los dos goles encajados dejaban prácticamente sentenciado el partido. Aunque el Lugo nunca bajo la guardia y luchó hasta el final e incluso superando a su rival en varias fases del partido todo intento fue insuficiente para conseguir un mejor resultado.
Toca pasar página. Este encuentro ya es historia. La realidad regresa al Ángel Carro este viernes a partir de las 8 de la tarde. El Rayo será el rival. Un conjunto confeccionado para su retorno a la máxima categoría. Ahí es donde el equipo y con el apoyo de su parroquia, intentará derrotar al conjunto vallecano. Seguro que si, este equipo no defrauda y las sensaciones siguen intactas.
"Forza Lugo"
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