En un choque sin mucho brillo y donde el Lugo no sufrió consiguió un empate de prestigio en el "teatro de su sueño" y no causó sorpresa alguna. En El Carranza mostró su casta de "espiritu loitador". Con un trabajo extraordinario se sobrepuso al marcador adverso y sigue su camino. La humildad y el trabajo son sus señas de identidad, valores innegociables que lo definen como un equipo "bien amueblado".
Este punto de oro le sirve para mantenerlo en los puestos de privilegio y acercarse cada vez más al primer objetivo. Todavía no se ha conseguido nada. Con 40 puntos en el saco, disfrutemos. Ya habrá tiempo para pensar en otras cosas.
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