Es justo reconocer que el Lugo, llegó al objetivo principal cumplido y totalmente libre de problemas a falta de nueve jornadas para la finalización del campeonato y con una extraordinaria primera vuelta que sorprendió a propios y a extraños. Y lo más importante es que la próxima temporada seguirá compitiendo en la Segunda División.
Con relación al partido disputado en Tarragona, el Lugo se presentó con su guión previsible. Era de esperar, en esta ocasión el rival era un conjunto lleno de necesidades y que no conocía la victoria como local desde el mes de diciembre.
En el Nou Estadi otra vez más, la maldición de las segundas vueltas volvió a estar presente. Aunque el inicio del partido hacía presagiar cosas buenas para los rojiblancos, pero con el paso de los minutos el encuentro se iba decantando a favor de los catalanes ya que con poco se adelantaban en el marcador.
La posesión de la que dispuso el Lugo fue infructuosa ya que el control del partido la tuvo el Nástic que llevó el encuentro a donde quiso y de ahí una victoria merecida.
Da la impresión la falta de compromiso de algún jugador y el estado físico y mental de algún otro no es el idóneo para afrontar el resto de partidos que faltan para finalizar la temporada, aunque para ello hay una "medicina" que se llama banquillo.
Ahora y en palabras de Francisco, el reto del equipo es superar los 55 puntos y parece ser que el el Nástic tiene una plantilla fantástica. Pues vale. Nada que objetar.
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