Muchas personas se rasgan las vestiduras al leer el llamamiento de Junqueras a desobedecer la ley si el fallo de los jueces no favorece su tesis, pero pocas ante el echo de que la LFP, respaldada por la RFEF, fuera a incumplir un mandato judicial al no inscribir al Murcia en la Segunda División del fútbol español.
Es obvio que la naturaleza de los casos es muy diferente, pero si sostenemos que los autos judiciales son de obligado cumplimiento, que es la base del Estado de derecho, debemos admitir que lo son todos ellos, y no solo los que consideramos, desde nuestra visión interesada, que son los justos.
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