La elección directa de alcaldes que plantea el PP no deja de ser una "trampilla" electoral que busca asegurare los asientos de las alcaldías ante posibles pactos poselectorales.
Los alcaldes no son elegidos de manera directa por los ciudadanos, sino que son los conejales electos quienes votan a uno de ellos para la alcaldía y siempre a propuesta de los partidos. Por eso es imposible una elección directa cuando lo que se hace es votar a una lista cerrada. Denominar elección directa a nombrar al primero de una lista cerrada por un partido suena un tanto a "chanchullero".
Si de verdad el PP quiere elección directa de alcaldes y concejales, que modifique la ley electoral para que los ciudadanos votemos a nuestros representantes mediantes listas abiertas.
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