viernes, 1 de agosto de 2014

SER COHERENTE

Los españoles no sabemos conjugar el verbo dimitir, y es por esto por lo que le damos tanta importancia a situaciones como la derivada de la confesión de Pujol. ¿Cambia en algo la responsabilidad del engaño cometido durante 34 años por el hecho de que dimita voluntariamente de los beneficios que él mismo se creó ocho meses antes de finalizar su mandato de 23 años?
El presidente de la Generalitat ha expresado sentir compasión por el señor Jordi Pujol, que ha confesado, forzado por las circunstancias, su fraude a hacienda. Este generoso sentimiento lo debería guardar para los más de setecientos mil catalanes parados y los más de dos millones bajo el índice de la pobreza(ingresos inferiores al 60% de la media). El señor Pujol ha podido disfrutar de un dinero que, sin duda, habría reducido el número de personas en esta situación precaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
;