"Merkel busca que España se una en su frente a favor de la austeridad". Esa noticia que aparecía el pasado lunes en algún medio, es para sospechar que puede acabar con las esperanzas de una salida, a corto plazo, del pozo en que nos encontramos, Rajoy es capaz de vendernos a Merkel por un puñado de lentejas. Las lentejas serían asegurar, a dos colegas de partido, buenos puestos en la dirección europea, a Cañete y a Guindos.
La presidenta alemana se va tan contenta, ya ha conseguido lo que pretendía. El problemas se queda para nosotros, más recortes y una nueva bajada de salarios, cuando ya no es suficiente el tener un trabajo para poder salir de la pobreza. Más le valdría a Rajoy dejar su actitud de seguidismo de la política que le interesa a Alemania y tanto nos perjudica a nosotros.
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