.Parece ser que la política es como el matrimonio: todo se resuelve bajo las sábanas. Pasadas varias jornadas desde las elecciones, las relaciones prematrimoniales y los ritos de apareamiento no cesan entre los candidatos elegidos para acceder a los ayuntamientos y parlamentos autonómicos. El mapa se ha fragmentado por la debilidad del PP y PSOE, y la emersión de, Podemos y Ciudadanos. Todo vaticina verdaderas orgías políticas.
Pero en estos escarceos amorosos entre los distintos aspirantes se realizan en secreto. Estas conversaciones a varias bandas, en la penumbra, no concuerdan con las promesas de regeneración y transparencia que prometían algunos durante la campaña electoral. Los electores tienen derecho a saber como están gestionando sus votos. El apareamiento de los candidatos continuará hasta la meta final, las elecciones generales, entretanto deberán seguir besando ranas hasta que alguna se convierta en un príncipe azul.
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