
Estas dos ciudades exigen decisiones políticas que afectan a millones de ciudadanos. La gestión política está amenazada por la corrupción y la vía para minimizar ese riesgo consiste en aproximar la remuneración de los políticos a las condiciones de mercado.
Una reducción de sueldos no es equivalente a buena gestión, lo importante es lo segundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario