Este año un numeroso número de artistas se han unido para ofrecer un festival a los vecinos de Tordesillas a cambio de que no se torture ni a un toro más. Son muchos los que han tomado la iniciativa de defender los derechos de los desterrados de la sagrada Constitución: los animales.
También son muchos los habituales de Tordesillas que se avergüenzan de esa tradición, aunque se sepa que el alcalde, no tiene en sus planes salvar la vida de un toro si ello le acarrea la pérdida de su "sillón" municipal.
La política y la ética es una combinación que se puede practicar.
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