En precampaña electoral los políticos regalan unos 6000 millones de euros para establecer una renta mínima y con el fin de ayudar a familias sin ningún ingreso. Muy bien, pero esto tendría que ser a cambio de algún trabajo, sea social o profesional. Se crearía empleo, las personas que recibiesen esa ayuda se sentirían más satisfechos trabajando, y se evitaría que una infinita cantidad de chupóteros se aprovechase.
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