
Un Lugo, errático en la faceta defensiva. Gris con el balón y que no fue capaz de administrar las dos ventajas de las que disfrutó en el marcador.
Un partido perdido que lo tuvo de su parte por partida doble, pero lo tiró todo por la borda desperdiciando una ocasión que lo consolidaría en la zona noble de la clasificación.
El Lugo volvió a ser el equipo solidario que da "vidilla" al desahuciado. Esta vez ha sido el Nástic el beneficiado, que aprovechando las facilidades dadas por su oponente coge oxigeno a las orillas del Miño.
Esta derrota tendría que hacer reflexionar a los que mandan en la parcela deportiva. Las carencias y los fallos siguen siendo los de principio de temporada. El medio campo y el lateral izquierdo necesitan algo más.
El principal objetivo está bien encarrilado. Pero cuidado, esta competición es muy igualada y a partir de ahora las victorias serán más costosas y el recorrido hasta junio se hará largo a más de uno.
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