La victoria ante el Mirandés, es una victoria que aleja nubarrones y posibles fantasmas. Tres puntos para la calma. En esta ocasión no se dio vida al moribundo, aunque el pitido final fue un alivio.
Aunque los de Luis César no se encontraron en la primera mitad. En la reanudación, su superioridad y un par de jugadas bien hilvanadas y con buena definición le bastaron para liquidar a un rival muy flojo. Por encima del juego bonito. Sumar los tres puntos era vital. Seguro que hubo mejores partidos jugados por los rojiblancos.
Está claro que Joselu y Caballero pueden jugar juntos. Se pierden cosas pero también se ganan otras. Y esto lo tiene que valorar el entrenador. Dejar en el banquillo a uno de los mejores 9 de la categoría es todo un lujo. ¿cambiar de sistema de juego? ¿el Lugo no puede jugar con un 4-4-2?.
A falta de 12 jornadas y con muchos puntos en disputa, la permanencia, como primer objetivo cada vez está más cerca. En fase defensiva se sigue encajando goles. Tal vez la enfermedad no tenga cura, e ilusionarse con algún sueño es necesario e imprescindible mejorar en alguna faceta del juego.
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