Los datos del INE que reflejan la disminución de la población en España son alarmantes por segundo año consecutivo por varios motivos. El primero y más acuciante es la constatación de que muchos inmigrantes que vinieron a nuestro país en busca de trabajo continúan regresando a sus lugares de origen.
Detrás de estas cifras se encuentra, por tanto, un problema que se ha convertido en la asignatura pendiente del Gobierno. Aunque el Gobierno dice que hay signos de recuperación de nuestra economía, también es cierto que hay una cifra de paro, que se mantiene casi fija en torno a los seis millones de parados y que amenaza la viabilidad del sistema.
Según los datos del INE, la sociedad española corre el riesgo de verse perjudicada por el efecto de la pirámide poblacional invertido, esto es, un creciente envejecimiento debido a la pérdida de la proporción necesaria entre las personas en edad de trabajar y los jubilados. Si no se aumenta el número de cotizantes a la SS el riesgo de quiebra puede ser real a medio plazo.
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