viernes, 25 de julio de 2014

MENOS HISTORIAS Y MEJOR REPARTO

No hace falta ser economista. Sumando todo lo que los ciudadanos pagan, en función de sus rentas, se detrae un parte para los gastos de Administración del Estado central y autonómico y el resto de se divide entre todos. Así se sabría lo que tocaría recibir a cada uno en prestaciones públicas. Introduciendo coeficientes correctores de solidaridad para ir igualando las regiones más pobres con las más ricas. Si para ello hay que corregir los cupos forales o las cuotas autonómicas, hágase. Luego, que cada uno analice los datos como más le apetezca.
Para pagar y para cobrar, déjese una parte al Estado, otra a las autonomías, y otra a lo municipios, en función de su numero de habitantes, y en las proporciones adecuadas para que cada Administración atienda sus competencias, previamente definidas y pactadas.
Así explicado, parece sencillo, pero que nadie se anime. No ocurrirá, al menos mientras el acento se siga poniendo en lo que nos separa, buscando exclusivamente agravios comparativos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
;