POR: EMILIO GONZÁLEZ
La polémica creada por la venta de entradas del Lugo-Oviedo, no ha tenido desperdicio. Ha sacado caretas, descubierto intereses creados, evidenciado prepotencia y manipulación a la par de lograr aflorar mentiras.
Conviene aclarar diversos parámetros. Primero: el estadio Ángel Carro pertenece a la Xunta de Galicia; no a la Federación de Peñas del Oviedo; Segundo, el recinto rojiblanco lo gestiona el Consejo de Administración del Lugo, no la Federación de Peñas del Real Oviedo.
Tercero: Los responsables de las Peñas asturianas no son nadie para amenazar a los propietarios del campo lugués. Desde la altanería y prepotencia quieren presionar para gobernar ellos a su antojo el graderío del estadio del Miño.
Cuarto: Desde el entorno azul se ha mentido, vil y descaradamente al acusar al Consejo rojiblanco de "vender" entradas a los aficionados del Spórting para no adjudicarselas a la Federación de Peñas del Oviedo.
Esto descubre un hecho claro. Deja un cierto "tufillo" a complejo por parte del oviedismo ante el Sportinguismo. No soportan que el gol de Caballero, cuya camiseta arrasó en ventas en el Molinón, hubiera sido clave para el ascenso rojiblanco a Primera División.
Desde la arrogancia y prepotencia no se consigue nada. Además, el Consejo de Administración del CD Lugo lo hubiera tenido muy fácil. Vender las entradas a las peñas azules y hacer caja para empezar a recaudar la vergonzosa deuda creada por los contratos blindados firmados por el anterior consejo.
Queda la hostelería local. Paradojicamente, los que más han protestado y "rajado" de la no venta solicitada por el Oviedo, ha sido los que menos colaboran con el CD Lugo; los que no tienen ni carnet, ni letrero, han puesto el grito en el cielo porque se les chafa el negocio. Están en su perfecto derecho de criticar, protestar y no tener ni carnet ni letrero . Como los demás estamos en nuestro perfecto derecho de decirlo. A algunos, muchos, se les ha visto el plumero".
"A mi no me interesa que vengan 3.000 del Oviedo, me intersa que vengan 4.000 y no me interesa que gasten 20 euros de media, que gasten 30. Aquí cada uno defiende su interés", las palabras de un amigo, miembro de la Asociación de Hostelería local, dejan expuesta de forma explícita, las cartas y los intereses de cada parte; Unos, el Oviedo _su Federación de Peñas_ los ha expuesto desde la prepotencia y arrogancia; otros, los hosteleros, desde el más puro interés crematístico y, otro, el CD Lugo, defendiendo los intereses de sus aficionados por una parte y cumpliendo con la legalidad por otra.
Ah. El sábado que impere la Pax astur-galaica en el Ángel Carro. Tan solo es un partido de fútbol.
La polémica creada por la venta de entradas del Lugo-Oviedo, no ha tenido desperdicio. Ha sacado caretas, descubierto intereses creados, evidenciado prepotencia y manipulación a la par de lograr aflorar mentiras.
Conviene aclarar diversos parámetros. Primero: el estadio Ángel Carro pertenece a la Xunta de Galicia; no a la Federación de Peñas del Oviedo; Segundo, el recinto rojiblanco lo gestiona el Consejo de Administración del Lugo, no la Federación de Peñas del Real Oviedo.
Tercero: Los responsables de las Peñas asturianas no son nadie para amenazar a los propietarios del campo lugués. Desde la altanería y prepotencia quieren presionar para gobernar ellos a su antojo el graderío del estadio del Miño.
Cuarto: Desde el entorno azul se ha mentido, vil y descaradamente al acusar al Consejo rojiblanco de "vender" entradas a los aficionados del Spórting para no adjudicarselas a la Federación de Peñas del Oviedo.
Esto descubre un hecho claro. Deja un cierto "tufillo" a complejo por parte del oviedismo ante el Sportinguismo. No soportan que el gol de Caballero, cuya camiseta arrasó en ventas en el Molinón, hubiera sido clave para el ascenso rojiblanco a Primera División.
Desde la arrogancia y prepotencia no se consigue nada. Además, el Consejo de Administración del CD Lugo lo hubiera tenido muy fácil. Vender las entradas a las peñas azules y hacer caja para empezar a recaudar la vergonzosa deuda creada por los contratos blindados firmados por el anterior consejo.
Queda la hostelería local. Paradojicamente, los que más han protestado y "rajado" de la no venta solicitada por el Oviedo, ha sido los que menos colaboran con el CD Lugo; los que no tienen ni carnet, ni letrero, han puesto el grito en el cielo porque se les chafa el negocio. Están en su perfecto derecho de criticar, protestar y no tener ni carnet ni letrero . Como los demás estamos en nuestro perfecto derecho de decirlo. A algunos, muchos, se les ha visto el plumero".
"A mi no me interesa que vengan 3.000 del Oviedo, me intersa que vengan 4.000 y no me interesa que gasten 20 euros de media, que gasten 30. Aquí cada uno defiende su interés", las palabras de un amigo, miembro de la Asociación de Hostelería local, dejan expuesta de forma explícita, las cartas y los intereses de cada parte; Unos, el Oviedo _su Federación de Peñas_ los ha expuesto desde la prepotencia y arrogancia; otros, los hosteleros, desde el más puro interés crematístico y, otro, el CD Lugo, defendiendo los intereses de sus aficionados por una parte y cumpliendo con la legalidad por otra.
Ah. El sábado que impere la Pax astur-galaica en el Ángel Carro. Tan solo es un partido de fútbol.
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