Un gol, una victoria que vale su peso en oro. Media permanencia, y el primer objetivo a tiro de piedra.
Una jornada menos. La zona roja a ocho puntos y a cuatro del premio final.
Ayer el buen fútbol en el Ángel Carro estuvo ausente. No importa, lo importante eran los tres puntos. Mantenerse arriba y alejar posibles fantasmas era de necesidad.
Llegó el mes de abril, el mes donde todos empiezan a jugarse algo. Mantener viva la ilusión será vital para conseguir lo mejor.
El próximo sábado otra cita importante, esta vez en el Carranza. El estadio talismán del Lugo. Un lugar mágico donde los rojiblancos consiguieron el sueño del ascenso allá por el año 2012. Allí espera un rival en alza y con las máximas aspiraciones y al amparo de su hinchada incondicional será un contrincante difícil de batir, pero en esta categoría todo es posible y para conseguir el premio hay que mostrarse firmes y sin concesiones.
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