Amnistía Internacional ha dejado en evidencia la situación que sufren los trabajadores que construyen las instalaciones para el Mundial de Fútbol de 2022. Estos trabajadores no disponen de derechos, muchos de ellos llevan meses sin cobrar y con un horario laboral abusivo.
La falta de libertades ha llevado a que a muchos de los que llevan a cabo la construcción no se les permite abandonar el trabajo, ya que les han requisado los pasaportes los empresarios.
El fútbol, siendo un deporte de masas, debería dar ejemplo sobre la justicia respecto a los trabajadores y no promover las condiciones precarias en las que muchos deben trabajar actualmente. Por lo tanto, las organizaciones del Mundial deberían asegurarse a la hora de escoger el país de que los trabajadores dispongan de unos derechos mínimos y dignos de este siglo y, en el caso en que no se respetaran, escoger otra localización y denunciar el hecho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario