Es lógico pensar que un presidente de Gobierno necesita un puñado de asesores de su confianza, técnicos en alguna materia que le asesoran en el campo de su especialidad. Y lo mismo puede decirse del alcalde de una gran ciudad. Pero ¿necesita el Gobierno español 578 asesores?. Y el ayuntamiento de Madrid ¿necesita más de 230?.
Parece mentira que nadie salvo UPyD haya alzado la voz ante tamaña tomadura de pelo a los contribuyentes. No es aventurado sospechar que ese capítulo de asesores-nombrados a dedo, sin ningún concurso de méritos-es el lugar idóneo para prestar y devolver favores y para colocar a familiares, amigos y compañeros de partido. Como Angel Carromero (que por cierto estuvo en prisión por comportamiento indebido, en Cuba), que asesora a Ana Botella con un sueldo de más de 50.000 euros al año. Espero que no asesore a la señora alcaldesa en cuestiones de tráfico.
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