miércoles, 4 de diciembre de 2013

CATAR Y EL LUJO

Ante el dinero no hay remordimientos, barreras, razas ni religiones. El levanta murallas. Ahí está Catar, con su renta per cápita mal alta del mundo. Se ocupará en 2022 de un mundial de fútbol. Construye lo necesario para sacar provecho al lujo, estadios, edificios, hoteles, prostíbulos y todo para el alto turismo. Y el pisoteo a los derechos de los trabajadores y la soberbia que el de arriba improvisa. La fortuna tiene varios peligros, una, olvidarse de los pobres. ¿Quién pensaría qué Catar aprendiese a pisotear los derechos de los trabajadores y explotar a obreros negándoles el descanso?. Unos trabajadores que aumentan en 20 cada hora. Amnistía Internacional ha levantado la voz en su defensa. ¿Es posible que Catar haga caso?.

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