lunes, 2 de diciembre de 2013

PASIÓN Y CONCORDIA

El fútbol es un deporte muy grande que arrastra masas, crea pasiones e ilusiones por unos colores. Lo sucedido el pasado sábado en Riazor entre las aficiones de ambos equipos, fuera y dentro del estadio es digno de resaltar. Se compartió el "nunca mais" y se cantó el "miudiño". Quizás el ejemplo ayude a evitar ese ambiente que en los duelos Dépor-Celta remita la gresca.
En la víspera del partido solo hablaron los futboleros. Posiblemente ahí se entiende la clave de lo que sucedió en Riazor.
Sobre los años 80, Quique Setién también pasó por Riazor y debutó con el Atlético de Madrid en el Teresa Herrera. Setién se fue de Riazor entre vítores y con el trofeo de mejor jugador del torneo. Treinta años después sigue marcando la diferencia y en Lugo disfrutamos con su espíritu que en lugar de matizarse se afina cada vez más. Aquí en Lugo donde el fútbol transitaba durante años entre la indiferencia de una afición que prefería ver los partidos por la TV o los que acudían en masa al Teresa Herrera. Pero ahora van a Riazor y llevan unos colores.

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