El ruinoso aeródromo de Ciudad Real, está en venta. Su vida ha sido triste y corta. Fue sueño de algunos políticos y empresarios. Solo ha conocido el fracaso, inaugurado en 2008, el aeropuerto manchego de nombre Don Quijote nunca respondió a las expectativas. Las mentes sagaces hablaban de hasta 2,5 millones de pasajeros en cinco años, pero en total se han contabilizado 100.000. Ryanair, con ayudas e la Junta de Castilla-La Mancha, operó durante un tiempo a un ritmo de 3 vuelos semanales. Vueling también. Ambas compañías abandonaron por falta de clientela.
Telecinco rodó allí un reportaje sobre el accidente de Spanair y Almodóvar, filmó en su pista una película tan olvidable como Los amantes pasajeros.
Hace tiempo que sus gestores tiraron la toalla. Primero fue, en 2010, el concurso de acreedores. En 2011, la suspensión de la actividad con ERE para sus 71 trabajadores, y en octubre de este año, la aprobación de la justicia para su liquidación, que es el que ahora permite saldar semejante reliquia.
El precio de salida será ahora su mejor baza. La inversión total se sitúa entre los 500 y 1000 millones de euros. El precio de salida, es de 100 millones, cantidad que podría reducirse de quedar desierto en primera subasta.
No pasa nada, España puede con todo, el aeropuerto de Ciudad Real es otra reliquia de bienes españoles que se suma a televisiones sin cámaras, radiales sin vehículos y a aeropuertos donde solo aterrizan las palomas.
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