CEGUERA POLÍTICA

Una de las principales razones por las que la democracia es el que menos malo de los sistemas políticos radica en el hecho de que es exigible mostrar respeto hacia las minorías sociopolíticas, en la tolerancia y la consideración que deben advertir, ofrecer y exhibir las grandes y poderosas formaciones políticas que gobiernan alternativamente hacia las minorías sociopolíticas emergentes que buscan abrirse un espacio más o menos grande en el escenario de cualquier democracia.
Si este respeto no es escrupuloso, fehaciente y fidedigno, se crearán conflictos y tensiones innecesarias de todo tipo entre aquellos que no quieren perder ni un ápice del poder del que disponen y los que aspiran a obtener un representación política significativa para cambiar las cosas que, a su entender, no funcionan bien.
Los ataques que están recibiendo por parte del PP y del PSOE pequeños partidos emergentes como Ciudadanos, UPyD y Podemos, entre otros, son significativos de un inconveniente, de un problema , de un perjuicio que padece nuestra democracia. Atacar a las minorías aprovechando su mayor vulnerabilidad obvia, su fragilidad por su mentor tamaño, capacidad de acción y fuerza, es síntoma de la agresiva frustración que sienten los políticos de las grandes y poderosos partidos hacia quienes están empezando a mermar ostensiblemente su suelo electoral.