El presidente del Gobierno nos obsequia a veces con unas frases, reveladoras. Esta vez ha sido en el debate que ha tenido lugar en el Congreso esta semana "La profesión de los políticos no es más corrupta que otras profesiones".
Quizá la clase política es un reflejo de la sociedad, pero ahora no se trata de hacer comparaciones, lo que debe preocupar es el tema de la profesión. No hace mucho se decía que se entraban en política por vocación y que se ponía esa vocación política al servicio de la sociedad. En la actualidad, más bien parece que, en vez de servir, se va a la política para servirse de ella.
Siguiendo esa vocación, la persona dedica un tiempo de su vida a la sociedad y luego vuelve a sus ocupaciones, no hay puertas giratorias. Se puede argumentar que eso es de aficionados y que hoy en día se requieren auténticos profesionales. ¿es eso lo que hay?, ¿cómo han llegado a la política? Es de temer que una buena parte de ellos están ahí porque en otro sitio les sería difícil salir adelante, al menos con ese nivel de vida, si se hace de la política una profesión, se deberían preparar un poco mejor. La política y, sobre todo, la sociedad se lo agradecerían.
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