Y A LOS CINCO DÍAS APARECIÓ MARIANO

Nuestra administración por fin parece haberse especializado con éxito en algo. Aunque no es para celebrar. Su verdadera especialización es pasarse la pelota, lo de nula responsabilidades, esa extraña habilidad por la que ningún nivel de la administración asuma como propia una crisis, bajo la premisa siempre podrá ser el otro al que la caiga el marrón.
Un dantesco espectáculo de ruedas de prensa sin sentido, negaciones de evidencia y una ministra que no se entera de nada.
Y cinco días después del lío, aparece Mariano, y cinco días después se ha creado un comité presidido por Soraya. Cinco días en los que Anita ha aparecido eludiendo las preguntas, el consejero madrileño ha logrado el mayor nivel de crispación imaginable y el listado de personas ingresadas o en vigilancia por posible contacto de ébola se ha disparado.
La política es mucho más que el diseño de un plan económico con el que evitar un rescate. Es abordar con prontitud y firmeza cada reto. Sin esperar a que la pelota la pase al siguiente.