LA MINORÍA CORRUPTA

No todos los políticos son corruptos, solo es una minoría, nos dicen sus dirigentes. Es una obviedad. El problemas es que lo parece, porque esa minoría es muy llamativa y porque esos dirigentes se han pasado demasiados años tapando o justificando tanto desmán, tanta cacería de lujo ¿A que no se ha notado que ninguno de esos sujetos, metidos hasta las cejas en asuntos sucios, se reúne para ver una ópera o una exposición, ni se gastan un euro en libros? Todos se van a matar hermosos animales. Berlanga ya lo enseñó en La escopeta nacional y creímos que era solo una película