Rajoy se encuentra en una posición delicada, el Gobierno carece de fuerza, de ideas y de credibilidad para la regeneración democrática. El Presidente del Gobierno no ha tenido otro remedio que cesar a Ana Mato tras haberse resistido años a las peticiones de la oposición.
Retirarse del Gobierno no prejuzga culpabilidades futuras, pero esperar a que escampe, Rajoy es un especialista. Este comportamiento no es propio de un país democrático.
Hace tres años que Rajoy ganó las elecciones por mayoría absoluta. El Presidente y su partido prefirieron separar la crisis económica de la crisis política, apelando a no distraerse con esta cuestión. El paso del tiempo ha confirmado el aumento de la preocupación ciudadana por la corrupción.
El PP no es el único partido afectado por la corrupción, pero si está fuertemente implicado. Esto es solo un anticipo de los problemas que el proceso de Gürtel puede causar a un Gobierno débil
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