viernes, 3 de mayo de 2013

CHAMPIONS LEAGUE, ALEMANIA 11-3 ESPAÑA

Los alemanes nos dieron para el pelo en las semifinales de la Liga de Campeones. Es sólo fútbol, pero una victoria de cualquiera de los dos equipos de la Europa del Sur hubiera servido de consuelo ante la abrumadora presión del país del Norte que manda en Europa y que predica austeridad de una manera "enfermiza". El Bayern de Múnich borró al Barcelona, pasando como un rodillo. Por lo que toca al Borussia Dortmund, su lección fue más suave. Un equipo que puso freno a los excesos (gasta 80 millones de euros en su plantilla frente a los 200 del Real Madrid). Mourinho habló al acabar el partido de esas tres temporadas económicamente fantásticas para el club, las tres que no logró que su equipo disputara la final y que permitieron al club ahorrarse en primas millonarias.
A los futbolistas les toca así ser el rostro de un país y, cuando están arriba, revelan su poderío y, cuando caen, dan cuenta de su fragilidad.
Por eso hay quienes no querían que ganara un club cuyo presidente está siendo investigado por tener cuentas en Suiza y saltarse sus deberes fiscales.
Al final los resultados se obtienen en el campo, y ahí no deciden los presupuestos ni el espíritu, ni las miserias de los directivos de un club.

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