miércoles, 22 de mayo de 2013

LA CREDIBILIDAD DEL PARTIDO POPULAR

La obligada necesidad de reducir el número de políticos ha sido una constante (mentira) del PP en los últimos años. Pero la sinceridad de esta idea se debilita a medida que se van descubriendo datos sobre los sobresueldos aplicados por este partido en un número indeterminado, esto revela que el discurso hacia el exterior difiere totalmente de las prácticas mantenidas en el interior.
El PP sostiene que todas las cantidades abonadas a sus dirigentes fueron declaradas a hacienda. De momento, lo que el PP tiene que explicar es el porque de un sistema en parte oculto a electores y contribuyentes, el origen de fondos recibidos y a cambio de que se los pagaban.
Varias personas del PP han reconocido judicialmente los abonos reflejados en la contabilidad secreta de Luis Barcénas.
Judicialmente el magistrado tiene un tortuoso camino por delante. Y aunque no es evidente la trascendencia penal de algunos de esos comportamientos, vale la pena, como ciudadanos, llegar a la aclaración completa de los hechos. Aznar, ayer en televisión, negó rotundamente haber recibido nunca sobresueldos, tanto cuando era presidente del PP como cuando estuvo al frente del gobierno.
Si a esto se suma un regalo de boda por valor de 32.000 euros del cabecilla de la red Gürtel, Francisco Correa, al yerno de Ana Botella y José María Aznar, cuando este era presidente del gobierno, más la organización de actos electorales para el PP y de promoción de candidatos que a este partido le salían gratis, crecen las sospechas sobre el sistema implantado. Sospechas que hay que aclarar, porque está en juego la credibilidad del principal partido de España.

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