Tras la grave reyerta entre seguidores ultras, las autoridades que rigen el fútbol( excepto el presidente de la RFEF Ángel Villar) han reaccionado con medidas y con la idea de evitar que hechos como este no se vuelvan a repetir.
Las instituciones involucradas han acordado decisiones tajantes. Los clubes que colaboren con los violentes se exponen a varias sanciones. Además, se controlarán otra serie de cuestiones.
Son, decisiones que pueden ser o no eficaces contra esta lacra que mancha el fútbol. Combatir estas actitudes exige el firme compromiso de los clubes, que a menudo han mirado por otro lado. Aún más grave, y no en pocas ocasiones han sido cómplices al dar entradas, financiar viajes.....
Que pierdan el paraguas y el cobijo de los clubes es muy necesario, pero no suficiente para reducirlos.
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