El juez Ruz, contra viento y marea, intenta desentrañar la corrupción y la financiación ilegal del PP. La juez Alaya hace los mismo con los ERE. El juez Adreu, con dos inspectores bajo su dirección, y no del Banco de España, acaba de poner negro sobre blanco la desvergüenza de todos en la fusión y salida a Bolsa de Bankia.
Estos jueces están haciendo la labor que que deberían hacer los organismos de control, el citado Banco de España, la CNMV, Hacienda, pero que en este país triste han mirado para otro lado en este latrocinio sin precedentes.
La justicia es el único instrumento por el que todos podríamos salir de la crisis. Pero poner coto a esta corrupción exige desparasitar de políticos esos organismos vitales para cualquier sociedad.
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