miércoles, 3 de julio de 2013

EL GRAN VICENTE DEL BOSQUE

Más allá de sus valores futbolísticos, que sin duda los tiene, Vicente Del Bosque demuestra con su sencillez continuada que en un mundo en que prevalecen los valores es posible. Verle dominando los nervios sentado en el banquillo durante los penaltis ante Italia, reconocer que Grande eligió a los tiradores porque estaba más sereno, felicitar al seleccionador rival como primer acto tras la victoria alabar a los italianos por dignificar al fútbol con su actuación, su mesura pacífica y benevolente con las discrepancias con los árbitros, pone de relieve que un mundo mejor, con la humildad y la sencillez junto al saber hacer como símbolos de lo ético y correcto, es posible.
Yo quisiera muchas personas como él en la escena pública. Aunque la selección que dirige finalmente no haya ganado la Copa Confederaciones, usted es un ídolo.

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