lunes, 15 de julio de 2013

PREMIAR LAS MALAS GESTIONES

Uno de los indicadores que señalan el desarrollo del Estado de Bienestar de un país es la práctica deportiva de sus ciudadanos por los beneficios, que ello implica en aspectos tan fundamentales como la educación, la salud o la economía.
Debe ser obligación por parte de las Administraciones Públicas fomentar el deporte desde edades tempranas hasta las más adultas, poniendo los medios que sean necesarios para que la actividad física sea una prioridad durante la vida de una persona. Sin duda es una inversión, no un gasto.
En España nos hemos equivocado. Hemos escatimado recursos para el deporte base o deportes minoritarios, inyectando miles de millones de euros de dinero público en clubes profesionales o en sociedades anónimas deportivas que año tras año han gestionado mas sus presupuestos, acumulando deudas con el Estado de la que ya no queda posibilidad de recuperación.
El deporte profesional no puede depender del Ayuntamiento, de la Diputación o de la Comunidad Autonóma de turno que justifica esos desembolsos en  función de unos beneficios sociales y de imagen que realmente se desconocen.
El deporte profesional necesita un cambio urgente y no un parche para alargar su agonía. Premiar malas gestiones no es la solución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
;