martes, 2 de julio de 2013

LO INSOLITO DE LO INSOLITO

Catalunya Banc es una de esas entidades financieras que ha resultado especialmente cara a todos los españoles. En términos relativos su rescate ha sido el más elevado, 12.050 millones de euros. Ahora es una entidad pública que sigue perdiendo dinero para lo cual el Banco de España está buscando a quien regalarla. La triste historia de Catalunya Banc no sería muy distinta al serlo de las quiebras financieras sino fuera por el reciente despido fulminante, insólito y sin indemnización del que ha sido su presidente desde 2008 Adolf Todó. Este hombre tan desconocido para el gran público era parte de la élite económica de este país. Ganaba 825.000 euros al año y tenía derecho a una indemnización de más de 4 millones de euros y una pensión vitalicia del 80% de su último sueldo. De haber respetado su contrato, a Catalunya Banc le habría costado su despido unos 20 millones de euros, pues también su señora esposa, de 39 años, tenía derecho al 50% de la pensión. Puede que Todó no supiera velar por la salud financiera del banco, pero si por la de su familia.
Su gozo en un pozo, sin embargo, de momento, pues se da por hecho que recurrirá. El Ministerio de Economía le mantuvo en el puesto a pesar de la nacionalización. Le rebajó el sueldo a 300.000 euros, pero respetó el resto del contrato. Ahora tras negarse Todó a seguir las directrices del nuevo dueño. El Gobierno ha decidido aplicarle un despido procedente que le va a ahorrar mucho dinero a una entidad tan castigada y que supone un alivio para aquellos que están escandalizados por indemnizaciones a directivos financieros.

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