La lucha contra la corrupción en nuestro país ha sufrido una vez más un duro golpe. La cooperación mutua con los corruptos para ponerla a su servicio, sea como fuere es una evidencia, con las penas a veces irrisorias la relación del delito cometido. La codena inicial a Jaume Matas a 6 años de cárcel ha quedado reducida a nueve meses por el Tribunal Supremo. Por lo visto, a partir de ahora-ya que la sentencia creará jurisprudencia-se puede amañar un concurso público para favorecer a un amigo.
Nos encontramos ante un círculo de corrupción y politización que se alimenta dando lugar a milagros como este del señor Matas. Lo preocupante es que cuando alguien se detiene a seguir el proceso de algún caso de corrupción, comprueba que termina con una sentencia de mínimos o bien sobreseído. Una cosa diferente resultaría el robo de unas chocolatinas en un súper, cuyo autor o autores terminaría pagando su delito o falta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario