sábado, 1 de febrero de 2014

EL PODER PARA CAMBIAR LAS COSAS

Las movilizaciones de ciudadanos, trabajadores y médicos de la sanidad madrileña han conseguido parar el intento de privatización de seis hospitales púlbicos en la Comunidad de Madrid. Sin duda, un rotundo éxito ciudadano y democrático que, junto al conseguido por los vecinos de Gamonal, en la ciudad de Burgos, dejan un mensaje claro  y contundente a los políticos de medio pelo, no se puede gobernar sin consenso y contra los intereses de los ciudadanos.
Si analizamos el comportamiento de la casta política actual y su vocación de servidores públicos, podríamos comcluir que, salvo honrosas exepciones, no están en política por amor a la profesión, sino por intereses propios. Hay políticos convencidos de que los votos de los ciudadanos son una carta en blanco para convertirse en señores feudales con derecho de pernada. Meterse en política para medrar y favorecerse a si mismo o a terceros, a costa del erario y bienestar públicos, es una canallada inaceptable en un estado democrático.
Confío en que estas dos significativas victorias ciudadanas nos devuelvan la confianza en nuestra capacidad y poder para cambiar las cosas. Confío en que este tirunfo sobre el compotamiento y despótico y prepotente de unos gobernantes interesados y mediocres siente precendente y sea el acicate para salir del estado de sitio, resignación y miedo en el que nos hallamos sumidos los honrados y sufridos ciudadanos. Cuando se lucha por causas nobles y justas, siempre se gana aunque solo sea en diginidad.

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