miércoles, 5 de febrero de 2014

LA BURBUJA DEL FÚTBOL

La dimisión de Rosell abre una crisis sin preceentes en uno de los clubes del mundo que más facturan. Llama la atención, que prefiera renunciar antes que explicar a los socios cuanto costó Neymar. Por lo que pone de relieve la opacidad en que mueve este tipo de operaciones, con desviaciones(comisiones, sobrecostes y ...)que puedden exceder el precio del fichaje.
Sin perjuicio de lo que la justicia decida, es evidente la falta de transparencia en lo que se mueven los  contratos y en las que intervienen muchas personas al calor del dinero fácil. Todo ello supone un menoscabo de los derechos de los socios.
Los dirigentes del fútbol saltan por encima de esas evidencias presentando fichajes, alimentados por las expectativas de ingresos procedentes de los contratos televisivos, en los que Barça y Madrid se llevan la parte del león. Y por si fuera poco, muestran un comportamiento de coto cerrado.
Desde la alta dependencia de los españoles respecto del deporte, en general, y del fútbol en particular, la adaptación a un nuevo mundo de menos brillos puede ser difícil. Sim embargo, esa es la tarea que aguarda a un sector cuyas cifras no justifican el negocio real generado por el mercado. Hay que poner orden y forzar la transparencia del mundo del fútbol.

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