miércoles, 9 de octubre de 2013

DESIGUALDAD SANITARIA

Asociaciones de pacientes y de médicos coinciden en que la reducción de las propuestas sanitarias y los recortes que se han visto obligados a aplicar los hospitales están provocando restricciones en la administración de determinadas medicinas de elevado coste, como algunos fármacos oncológicos, el nuevo tratamiento contra la hepatitis C 0 los nuevos anticoagulantes orales. Las asociaciones de pacientes denuncian también retrasos en la incorporación de novedades terapéuticas costosas.
En la hepatitis C es un ejemplo paradigmático. La infección por este virus causa daños en el hígado que pueden dar lugar a cirrosis y cáncer. El nuevo tratamiento para esta infección dura entre 6 meses y 1 año y cuesta 30.000 euros, pero elevan la tasa de curaciones del 45% al 75% de los pacientes tratados. En España se estima que hay 900.000 infectados. Cuando más temprano sea el tratamiento, mejor. Los especialistas recomiendan tratar a partir del grado 2, pero la mayoría de los hospitales no lo autorizan hasta fases avanzada de daño hepático. El resultado es una intolerable desigualdad entre pacientes de comunidades autónomas  vecinas e incluso entre pacientes de 2 hospitales de una misma ciudad. Estas desigualdades son injustas y afectan a uno de los núcleos centrales del sistema sanitario público: la equidad.
Las autoridades sanitarias deberían hacer un rigoroso examen de los nuevos fármacos y aprobar solo aquellos que aporten ventajas, pero una vez aprobados, cualquier demora en su administración es una irresponsabilidad. La grandeza de un sistema sanitario público y universal es que no establece barreras de acceso y trata a todo los ciudadanos igual.

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