TORPEZA DEL PP

Las demandas judiciales presentadas por la secretaria general del PP y otras personas, tras la publicación de la contabilidad B del PP, revelaron en su día la intención de utilizar la justicia frente a las acusaciones de corrupción, cuando creían tener controlado a Luis Bárcenas y esperaban que desmintiera la veracidad de lo publicado. Sin embargo, ahora que la Audiencia Nacional tiene acreditada la autenticidad de 55 de los apuntes contables publicados por Bárcenas se ha reconocido autor de los mismos y que sigue dispuesto a agitar el ventilador.
El espectáculo protagonizado por Cospedal y Bárcenas en sede judicial merece pasar a los anales de la torpeza política.
Cospedal si ha retirado su demanda contra El País, los mismo que otros dirigentes y exdirigentes han hecho con las suyas. Podrían haberse decidido antes, puesto que la Audiencia Nacional tiene muy avanzada la investigación. Pero Cospedal ha querido que se celebrara el juicio por su demanda personal. El PP se ha equivocado desde el principio. Con Bárcenas fuera de control y encantado de aprovechar las oportunidades que se le proporcionaron, vuelven al primer plano las sospechas de corrupción no resueltas, que fragilizan a un partido con enormes responsabilidades institucionales. Cospedal persigue lavar su nombre. No parece tan segura respecto a otros correligionarios: preguntada al respecto en el juicio, se refugió en que no lo sabe.