USAIN BOLT UN GIGATE DEL ATLETISMO

Cuando termine esta semana. Usain Bolt con toda seguridad igualará a Carl Lewis y los dos serán los atletas que más medallas han ganado en la historia del Mundial de atletismo, 10 cada uno, dominadores únicos de su época. Los más grandes atletas de la historia de la velocidad, convocados por el diario L´Equipe, lo nombraron casi por unanimidad el mejor sprinter de todos los tiempos. Y lo más interesante es que, admitiendo todos que la discusión de los logros de cada uno no conducía a ninguna parte-ambos han marcado o marcan una época, han sido o son plusmarquistas mundiales y multicampeones olímpicos  y mundiales, y uno Lewis, ha sido también un extraordinario saltador de longitud-, ha sido el factor humano el que ha decantado el sufragio. Como resumía uno de los miembros del jurado "Lewis tenía más carisma, pero nadie hasta ahora había cautivado tanto como Bolt. Bolt sigue haciendo soñar, despertando el alma de niño que todos tenemos aún, y encima posee una alegría comunicativa que ha transformado la forma de afrontar la competición".
Resumiendo, Bolt es un chico muy alto que corre muy deprisa, y encima cae bien a la gente, divierte y se divierte, nunca critica a sus semejantes, no es envidioso y no para de ganar. Bolt es, en efecto, todo eso, como un divo sin divismo, pero también es más. Dentro de su aparente ligereza de espíritu, es capaz de pinchar como DJ en fiestas nocturnas las vísperas de sus competiciones, el hombre más rápido de la historia mantiene un respeto casi religioso por la velocidad, su Dios. Aún   en los peores momentos nunca le ha faltado el respeto ni a la velocidad ni a la afición, que espera de él siempre un fábula y casi siempre la consigue.
Incluso el domingo pasado después de ganar un oro mundial, un asunto casi de rutina en estos seis años y para el que no tiene rivales, sus declaraciones fueron como una disculpa ate el público mundial por no haber podido haber ido más deprisa de 9,77 segundos. "Es que llovía", dijo. Por suerte aún queda la carrera de 200 metros, el sábado, para desquitarse, todos los que amamos el deporte, seguir disfrutando viendo a este gigante del atletismo.